Hace unos días vi en Netflix el documental «El dilema de las redes sociales» y tengo que decir que es muy, muy y muy recomendable. Este documental significa un tortazo en toda la cara, sobre todo, a las dos grandes potencias de Internet que controlan las principales redes sociales: Facebook y Google. Y es que a lo largo del documental, son los propios extrabajadores de estas empresas, algunos exdirectivos que ostentaban altos cargos, los que van contando como funcionan estas empresas y como de perjudiciales puede llegar a ser las aplicaciones que desarrollan tanto para la sociedad como para el individuo .
En el artículo «7 desventajas de las redes sociales» ya comenté algunas de las grandes consecuencias del uso de estas aplicaciones, una de las más evidentes y que se comenta en el documental, es la adicción que provocan las redes sociales, que afectan principlmente a niños y preadolescentes y que si no se controla desde la infancia puede desarrollar problemas muy graves.
Por otro lado no debemos olvidar que Internet y las redes sociales han mejorado nuestra vida significativamente, y que un buen uso de ellas nos ayuda a mantener relaciones a distancia muy importantes. El problema está en la otra cara de la moneda, el cual voy a explicar a continuación.
Antes de que sigas leyendo quiero avisarte de que voy a intentar dar mi opinión sobre algunos aspectos del documental, corriendo el riesgo de desvelar algunas cosas que pasan en él. Por eso si no quieres que te haga «spoiler» mira el documental primero y luego lo discutimos en los comentarios. Si todavía no lo has visto aquí tienes el trailer.
El dilema de las redes sociales
En el documental se entrevista a diversos extrabajadores de Facebook, Google, Pinterest, etc… que identificaron lo que estaba ocurriendo y abandonaron sus trabajos por cuestiones éticas.
Estos personajes nos van desvelando cuestiones muy importantes sobre como funcionan estas empresas y sobre todo como ganan dinero. Y es que estas super potencias, que tienen más poder económico que muchos países del mundo, y en ocasiones incluso más poder político. Son empresas creadas para ser maquinas de generar dinero por medio de la publicidad.
Pero realmente el problema no es que generen cantidades ingentes de dinero por medio de la publicidad, sino que están desarrolladas (y se siguen desarrollando y mejorando) para generar adicción en sus usuarios para que estén el mayor tiempo posible usando las aplicaciones y de esta forma consuman una mayor cantidad de anuncios.
¿Pero quien esta detrás de todo esto?
Ahora que ya conocemos su modelos de negocio vamos a hablar de como funciona. Y es que en esta historia no hay un super villano detrás de una pantalla mostrándote cosas interesantes para que estés enganchado al móvil, ni tampoco Mark Zuckerberg decide que anuncios mostrarte.

Lo que hay detrás es un super ordenador, una IA (inteligencia artificial) que te muestra el contenido que más puede interesarte, según tu historial. Esto resulta en que cada vez que accedes a una de estas aplicaciones estas siendo manejando como una marioneta por un super ordenador, que te ofrece lo que más te interesa, y que sabe antes que tú, donde vas a hacer click. Aquí es donde se encuentra el dilema de las redes sociales y donde estas empresas están mirando hacia otro lado ya que les da igual el contenido que se te muestra, lo importante es que sigas conectado.
De esta forma ellos venden tu tiempo a las empresas que se publicitan en sus aplicaciones. Si no tuvieran usuarios nadie se publicitaría, pero cuantos más usuarios haya conectados más dinero ganan.
La historia de una familia normal y corriente
En el documental nos dan el ejemplo de una familia media americana normal y corriente, de cinco miembros, donde cada uno tienen su propia relación con las redes sociales. Se trata de una familia ficticia pero que ejemplifica muy bien los problemas que tiene estar todo el día conectado a internet, como la poca interacción entre los miembros de la familia, la falta de autoestima de la hija preadolescente, los problemas de adicción al teléfono móvil, y sobre todo el contenido político que se consume.

Es este contenido político, las fakenews y demás lo que crea mayor controversia. Y es que Mark Zuckerberg tuvo que ir al congreso de los estados unidos a pedir perdón por como Facebook había influido en algunas elecciones (y seguirá influyendo mientras no se controle lo que se publicita).
No es solo un documental sobre redes sociales
Este documental no solamente se centra en las redes sociales, sino que también enumera problemas a los que ya nos enfrentamos en nuestra sociedad y que son cada vez mayores. Como el aumento de casos de suicido entre jóvenes de países desarrollados, o como esta disminuyendo las relaciones entre las personas, sobre todo la más preocupante es como cada vez hay más personas que no tienen pareja.
Vivimos cada vez más enfrascados en el mundo virtual de Internet, nuestra realidad se parece cada vez más a Matrix y esto conlleva problemas gravísimos porque vivimos en realidades ficticias, y estas realidades son diferentes.
Debido a todo esto, el mundo esta cada vez más polarizado, o eres de derechas o de izquierdas, demócrata o republicano, facha o perroflauta. Cada vez hay más personas en los extremos que además no soportan a los del extremo opuesto o a los que no piensan como ellos. Esto se debe a que las redes sociales les ofrecen información (o mejor dicho desinformación) solamente de lo que les interesa, por ello nunca leerán un artículo escrito desde un punto de vista diferente. Lo que hace que cada vez estén más convencidos de sus ideas, aunque estas ideas sean que la tierra es plana o que el ISIS se dedica a salvar el planeta tierra de los infieles.
La esperanza lo último que se pierde
Al final del documental «El dilema de las redes sociales», nos arrojan un rayo de esperanza, nos cuentan las posibles soluciones y nos muestran el futuro que tendremos si cambiamos las cosas o si por el contrario no lo hacemos.
Aquí es donde debemos actuar, como en todo, y ya veremos si cambiamos las cosas o hacemos como con el cambio climático. La solución pasa simplemente por mejorar y desarrollar las aplicaciones con un sentimiento ético. Por ello debe haber una legislación y un control acorde a los tiempos que corren y que controle lo que se publica en Internet. De la misma manera que en la televisión se controla la publicidad que aparece o en que horarios se puede emitir programas no aptos para menores.
De momento estas empresas no parecen interesadas en hacer sus aplicaciones menos adictivas, o que controlen las fakenews, ya que probablemente esto les haga perder usuarios y por tanto dinero. Son los propios gobiernos los que deben tomar medidas y crear leyes para controlar y propiciar un buen uso de las redes sociales.
Tenemos tiempo para cambiar las cosas pero no demasiado. Los que crecimos en un mundo analógico aprendimos a vivir sin Internet y con el tiempo hemos aprendido a convivir con estas nuevas tecnologías, lo más preocupante son las generaciones futuras, su salud mental esta en juego.

